El encierro del 12 de julio de 1958 pasó a la historia por ser uno de los más largos de la historia de los Sanfermines. Duró media hora y fue protagonizado por la ganadería sevillana Miura.

 

En este encierro, los morlacos llegaron a la plaza, pero uno de ellos se negó a entrar en los corrales.

Varios mozos intentaron, sin éxito, conducirlo hasta los corrales e incluso los cabestros volvieron a salir para acompañarle.

 

Finalmente, un pastor apareció con un perro diminuto de color canela. Este ladró al toro y le mordió los tobillos hasta que consiguió llevarlo hasta el corral.

 

Tras esto, un gran número de mozos cogieron en brazos al perro y le dieron una vuelta al ruedo, llevándose la ovación de todos los presentes.

12 JULIO 1958

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